miércoles, 19 de marzo de 2014

JUBILACION


JUBILACIÓN
Preguntas y respuestas

Este apartado contiene un conjunto de preguntas y respuestas que pueden acercar al lector al tema de la Jubilación o resolver cuestiones que se pueden plantear los mayores jubilados o próximos a jubilarse relacionadas con su situación particular.
·         ¿Qué es la jubilación?
¿Qué es la jubilación?
La jubilación es la acción o efecto de jubilar o jubilarse que sucede aproximadamente a los 65-67 años; pero, aunque obedece a un término socioeconómico relacionado con la vida laboral, también tiene implicaciones en otros ámbitos de la vida de la persona: psicológico, afectivo, relacional, existencial, etc. (Lourdes Bermejo, 2006)*.
* Giró Miranda (2006): Envejecimiento activo. Envejecimiento en positivo. Universidad de la Rioja

¿Jubilación es sinónimo de vejez?
Al haber estado establecida legalmente la edad de inicio de la jubilación en los 65 años, se ha asumido en todos los ámbitos sociales, académicos, profesionales, etc., esta misma edad cómo inicio de la vejez, aunque este dato sigue más un criterio administrativo que real (no tiene en consideración la salud, ni la economía, ni las relaciones sociales, etc.).
En la Encuesta del CIRES (1992), según la población general, la edad es la característica más importante (54%) para definir a una persona como mayor, seguida del aspecto físico (16%), la forma de ser (8%), la capacidad física (6%), la jubilación (3%), la capacidad intelectual (3%) o la sabiduría (3%).
Sin embargo, para el jubilado, una de las principales consecuencias iniciales es la toma de conciencia del envejecimiento (Buendía, 1994). Los estereotipos asociados a la vejez (falto de valor, feo e inservible) dañan la autoimagen y la autoestima de la persona que hasta el momento se consideraban como útiles y válidos para la sociedad. La propia autoestima de la persona determinará la imagen, las emociones, los deseos y los objetivos que marcarán la jubilación de la persona (Buendía, 1993).

¿Qué implica la jubilación en la vida de una persona?
El ser humano, además de recorrer distintas etapas en su vida marcadas por el tiempo (niñez, adolescencia, adultez, vejez, etc.), va viviendo distintos acontecimientos en su vida que pueden marcar el paso de una etapa a otra o influir en la adaptación a las mismas (matrimonio, cambios de residencia, tener un hijo, etc.).
Durante la adultez, la persona ocupa la mayor parte de su tiempo en trabajar, lo que le lleva a estructurar su vida en función del trabajo, influyendo en sus relaciones sociales, su estatus económico, su estatus social, etc.
La jubilación es otro de estos acontecimientos que la persona tiene que afrontar y adaptarse a las características de su nuevo rol.
Esta etapa vital viene dada, normalmente, por imperativo legal y no por el deseo de la persona trabajadora, lo que podría llevarnos a preguntarnos los efectos psicológicos que pueden “sufrir” los trabajadores ante esta imposición de la edad de jubilación, considerándolo como una situación que atenta contra la libertad del individuo de decidir el momento para jubilarse.
¿Qué cambios se producen en la jubilación?
Cambios en los ingresos, disminuyendo en relación con la etapa laboral, y que exige una reestructuración de los gastos.
Cambios en las relaciones sociales, que podían estar establecidas fundamentalmente con compañeros de trabajo.
Cambios en el estatus social, relacionado con la asociación establecida con la vejez, los estereotipos y cargas de desvalorización social
Aumento del tiempo libre, exigiendo una reestructuración del mismo.
¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de la jubilación?
Ventajas:
Más tiempo libre para dedicarlo a lo que la persona desea
Finalización de tareas del trabajo que no eran agradables para el trabajador
Más tiempo para estrechar las relaciones con las personas cercanas como la pareja, los familiares y los amigos.
Inconvenientes:
Abandono de actividades relacionadas con el trabajo que le hacían sentirse realizado o con las que se sentía a gusto.
Pérdida de rol social, estatus económico, estatus social y familiar
Tiempo libre que antes estaba ocupado por el trabajo
Menor número de relaciones sociales, que pueden llevar a una reducción del apoyo social.
¿Cuáles son los momentos principales de la jubilación?
La jubilación consta de dos momentos principales (Moragas, 1991), el antes y el después de la jubilación. En la fase anterior al momento de la jubilación, el trabajador va tomando decisiones acerca de cómo espera que sea el proceso de su jubilación y planteándose distintas alternativas. La fase posterior sería aquella en la que la persona acepta su rol de jubilado.
Havinghust el al (1969) distingue varios momentos tras la jubilación:
Inmediata al cese del trabajo: el trabajador se siente frustrado al no tener actividad y con un estado de ansiedad permanente
Dominado por la inquietud por encontrar un nuevo rol
Estabilización, al encontrar un rol que le permita compensar su falta de actividad.
¿El jubilado experimenta distintas fases o etapas en su jubilación?
Atchley (1975)* propone 5 fases:
·         Prejubilación: cuando el trabajador imagina cómo será su vida de jubilado mientras continúa en activo,
·         Jubilación: se inicia una vez se ha formalizado el retiro y puede experimentarse de tres maneras posibles: Euforia y liberación asociada al abandono de las obligaciones laborales –luna de miel-, continuidad con las actividades de ocio previas a las que se les dedica más tiempo,r elax y descanso asociado al abandono de las obligaciones laborales.
·         Desencanto: cuando el jubilado descubre que el día a día no se corresponde con lo que había pensado o soñado
·         Reorientación: es el momento de planificar de manera más realista el periodo de jubilación, adaptándose a la nueva realidad, económica y social
·         Estabilidad: el momento en que el rol de jubilado es coherente con la persona y se crea una rutina estable y en consonancia con las actividades y emociones de la persona.
No siempre se experimentan todas las fases, a veces sólo se pasa por algunas de ellas.
* Aymerich et al (2010). La adaptación a la jubilación y sus fases: Afectación de los niveles de satisfacción y duración del proceso adaptativo. Anales de psicología,26,(1).

¿Existen estereotipos asociados a la jubilación?
Como señala Lourdes Bermejo(2006)*, los estereotipos más habituales relacionados con la jubilación son:
Vejez y jubilación son conceptos sinónimos. Cada vez tiene menos consistencia esta asociación, pero es preciso tener en cuenta que la vejez está cargada de muchos estereotipos negativos, y que estos se “vuelcan” en la percepción que se pueda tener de la jubilación.
La edad de jubilación son los 65 años. Cada vez tiene menos peso y está más alejado este estereotipo de la realidad, dado que social y políticamente se van produciendo cambios que hacen que la edad de jubilación varíe entre los trabajadores (prejubilaciones, jubilaciones parciales, etc.).
La jubilación es un hecho puntual. La jubilación es un proceso, una transición del trabajo al no trabajo que no empieza ni finaliza cuando el trabajador se jubila.
El proceso de jubilación no sigue una secuencia. Los estudios indican que existen distintas etapas durante el proceso de la jubilación, aunque no todos los jubilados pasan por todas las fases o éstas duren el mismo tiempo.
Todas las jubilaciones son iguales. No todas las jubilaciones son iguales, del mismo modo en que no todas las personas son iguales ni los trabajos que desempeñan.
* Giró Miranda (2006): Envejecimiento activo. Envejecimiento en positivo. Universidad de la Rioja

¿Es satisfactoria la jubilación?
Esta es una cuestión controvertida, dado que hay estudios que indican que hay una relación estadísticamente significativa entre la jubilación y la satisfacción vital; sin embargo, otros estudios señalan que o bien esta relación es positiva o bien no encuentran relación. Como indica --- la falta de consistencia de los estudios transversales puede ser la causa de los resultados tan dispares de estas investigaciones.
Cuando se analizan los estudios longitudinales, antes y después de la jubilación, los jubilados muestran una disminución de la ansiedad y un aumento del bienestar después de la jubilación. Sin embargo, otros estudios encontraron una reducción del bienestar y la satisfacción vital en los primeros meses de la jubilación.

Por tanto, ¿la jubilación es un momento positivo para la persona?
Hay autores que consideran que tras la jubilación, al perder el rol de trabajador, la autoestima de la persona se puede ver reducida; mientras que otros encuentran que los jubilados tienen un mejor autoconcepto de si mismos al encontrarse con una situación social y económica favorable para ellos.
Por ello, podemos concluir que cada persona vive la jubilación de una manera, percibiéndola como algo positivo o negativo en función de sus capacidades de afrontamiento, sus expectativas, el grado de preparación (económica, social, etc.), vivencias de personas cercanas de la etapa de la jubilación, estado de salud, etc.
Como señala Moragas (1989)*, la jubilación implica a la persona y a su ambiente social. No sólo se producen cambios en la persona, sino que hay factores como la capacidad económica, las relaciones sociales, etc., así como sus expectativas de vida, percepción de la etapa de la jubilación, etc. que influyen en la percepción de su propia jubilación y en las personas que le rodean.
* Moragas (1989). La jubilación. Un enfoque positivo. Barcelona: Grijalbo

¿Qué factores influyen en la percepción positiva de la jubilación?
Disponer de recursos suficientes
Buena salud
Vínculos familiares y sociales
Compromiso y valor que se le atribuye al trabajo y a la productividad
* Pastor et al (2003). Significados asociados a la jubilación e influencia con la actividad de ocio y la ética del trabajo. Rev.Mult.Gerontol. 13 (1): 15-22.

¿Todos los jubilados experimentan la jubilación de la misma manera?
Al igual que cada persona le otorga un valor o unos aspectos positivos o negativos al trabajo, también le damos una importancia o una visión diferente a la jubilación, no teniendo por qué coincidir con otras personas de nuestro entorno, o incluso con nuestros compañeros de trabajo.
Honstein y Wapner (1985) dividen en cuatro grupos a los futuros jubilados en función de los modos de experimentar la jubilación, atendiendo a las distintas características y necesidades que presentan y demandan cada grupo.
·         Transición a la vejez: para estas personas el retiro es experimentado como un tiempo para la disminución del nivel de actividad y de reemplazar el trabajo o las relaciones con los demás, es una necesidad de descanso, es una transición a la última fase de la vida.
·         Nuevo comienzo: La jubilación es una bienvenida a una nueva fase d ela vida, es un periodo para llevar a cabo las necesidades, deseos y objetivos de cada cual.
·         Continuación: El retiro no es un evento de mayor importancia persona, es una continuidad de los patrones de vida de la prejubilación y no constituye una crítica transición desde una perspectiva psicológica.
·         Ruptura impuesta: la jubilación constituye una imposición, una pérdida de los más altos niveles de actividad, es como si una parte de la identidad personal se fuera borrando.
Dependiendo del grupo habrá que actuar de distinta forma en la preparación de estos trabajadores para efectuar la transición al nuevo estadio de vida con el mayor éxito posible.
* Madrid, A.J. y Garcés de los Fayos, E.J. (2000). La preparación a la jubilación: Revisión de los factores psicológicos y sociales que inciden un mayor ajuste emocional al final del desempeño laboral. Anales de psicología, 16 (1), pp. 87-99.

¿Por qué es diferente el proceso de la jubilación entre los trabajadores?
Entre las teorías existentes acerca de la adaptación a la jubilación, la teoría de la actividad y la teoría de la desvinculación explican por qué la vivencia de la jubilación es diferente entre los trabajadores:
La teoría de la Actividad (Havisghurst, 1961), explica que una persona se adaptaría mejor a la jubilación si es capaz de mantener las actividades que realizaba durante su etapa laboral o comienza a realizar otras actividades que las sustituyan.
La teoría de la Desvinculación (Cumming y Henry, 1961) señala que el momento de la jubilación implica una ruptura con el mundo en el que se ha desarrollado durante su etapa laboral, y que a partir de la jubilación se reducen sus relaciones sociales, y por tanto, se produce un cierto aislamiento social.
¿Existen factores predictores de la adaptación a la jubilación?
Madrid y Garcés de los Fayos (2000) realizan un análisis de los principales factores que influyen en la percepción de la jubilación:
Sexo: las mujeres presentan una menor satisfacción al jubilarse (preocupación por una peor situación económica, discontinuidad laboral por el cuidado de hijos, etc.)
La vida de pareja: El matrimonio puede ser positivo en el momento de la jubilación, ya que es una etapa en la que se puede disfrutar el tiempo con la pareja. Pero también se puede vivir de manera negativa, por problemas de salud de la pareja, problemas económicos o asincronía entre los miembros de la pareja.
Ser cuidador de personas dependientes
Categoría y factores laborales: Al hablar de prejubilaciones o jubilaciones anticipadas, a mayor categoría profesional (ocupaciones más altas, mayor nivel educativo, funcionarios o personal del sector servicios) los jubilados viven de manera más positiva la jubilación, mientras que los trabajadores con  niveles inferiores, menor formación y del sector industrial, lo consideran como algo negativo.
Apoyo social: las personas que tiene un mayor apoyo social, tendrán una mejor adaptación a la jubilación.
Ingresos económicos: un mejor estatus económico permite un mejor ajuste a la nueva situación.
Estado de salud general: El estado de salud del jubilado depende principalmente con su estilo de vida y su cuidado de la salud antes de la jubilación.
Planificación: una planificación de la jubilación permitirá un mejor ajuste a la misma.
Nivel educativo: a mayor nivel educativo, mejor ajuste.
Variables de la personalidad: Neuroticismo: puntuaciones más altas pueden llevar a experimentar emociones negativas y comportamientos no adaptativos. Extraversión: los más extravertidos son más felices dado que pueden permanecer activos y socialmente comprometidos. Dureza emocional: Se adaptarían mejor al proceso de la jubilación, al sentirse menos amenazados por los cambios. Locus de control interno: mejores niveles de autoestima y mejor ajuste psicológico a la jubilación. Personalidad Tipo A: Su fuente principal de satisfacción es el trabajo y el reconocimiento social, por lo que la jubilación sería percibida como algo negativo.
* Madrid, A.J. y Garcés de los Fayos, E.J. (2000). La preparación a la jubilación: Revisión de los factores psicológicos y sociales que inciden un mayor ajuste emocional al final del desempeño laboral. Anales de psicología, 16 (1), pp. 87-99.

¿Podríamos definir distintos grupos de jubilados?
Los jubilados no constituyen un grupo homogéneo, y distintos autores (Moragas, 1989, 1991; Lehr, 1980) proponen cinco "perfiles de jubilados", aunque esta clasificación sería para describir a la población de jubilados hombres:
o    El Maduro: tiene una actitud constructiva, y disfruta con la experiencia de la jubilación.
o    El pasivo o "casero" es el que disfruta de su jubilación como momento para descansar.
o    El defensivo-activo o blindado: planifica un sinfín de actividades para no sentir la ansiedad que le provoca la inactividad laboral
o    El colérico: no se adapta a la jubilación, está descontento, hostil y se siente frustrado.
o    El autoagresivo o autofóbico: no se adapta y se culpa de sus frustraciones.

¿La participación social compensa los beneficios que obtenía la persona en el mundo laboral?
La participación en diferentes actividades recreativas o el desarrollo de aficiones en grupos formales o informales puede llegar a compensar algunos de estos beneficios que obtenía la persona en su trabajo.
Las actividades pueden clasificarse en tres tipos:
o    Actividades experienciales: la persona realiza la actividad por la satisfacción que obtiene de la propia actividad.
o    Actividades sociales: son reforzantes y permiten establecer o mantener vínculos sociales y contactos positivos con otras personas.
o    Actividades de desarrollo: la actividad se realiza con el objetivo de conseguir una meta gratificante para la persona y que exige un esfuerzo.
* Pastor et al (2003). Significados asociados a la jubilación e influencia con la actividad de ocio y la ética del trabajo. Rev.Mult.Gerontol. 13 (1): 15-22.

¿Qué opinan los jubilados de la Jubilación?
En un estudio realizado con personas recién jubiladas (Forteza, 1990), los jubilados decían en relación a la jubilación (en orden decreciente de aparición):
o    Sentimiento de libertad de ser capaz de pasarlo bien.
o    Disposición de tiempo para dedicarse a los entretenimientos preferidos.
o    Idea de haberse hecho viejo.
o    Tiempo de descansar relajarse tener una vida cómoda.
o    El fin de la vida de trabajo.
o    Mala salud.
o    Tiempo para disfrutar de la vida.
o    Algo que hay que aceptar a lo que hay que adaptarse.
o    Pérdida de poder adquisitivo
o    No tener nada que ahcer disponer de un tiempo vacío.
o    Aburrimiento tedio.
o    Algo desagradable incluso aborrecible.
o    Soledad.
o    Necesidad de buscar otros medios para ganarse la vida.
*Forteza, J.A. (1990). La preparación para el retiro. Anales de psicología, 6(2), pp. 101-114

¿Es diferente el jubilado actual?
En 1989, Canes y García * consideraban que dos épocas después podría empezar a hablarse de un nuevo jubilado que tendría un alto nivel cultural, tiempo libre y hábitos de ocio, con deseos de viajar, integrado socialmente, preocupado por su salud y con proyectos para su futuro. Del mismo modo, Bazo (2000)* indica que los nuevos jubilados cuentan con más recursos económicos, materiales y sociales que las generaciones anteriores de jubilados, lo que les hace ser y sentir diferentes.
* Lisazo, I., Sánchez de Miguel, M. y Reizábal, L. (2008). Factores psicológicos y salud asociados con un nuevo perfil de jubilados. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 24 (3), pp.303-324.

¿Cómo es la jubilación para la mujer?
La mayoría de los estudios que se han realizado para analizar los efectos de la Jubilación en el trabajador han tenido una visión androcéntrica. Los estudios más recientes confirman que la jubilación también puede tener efectos negativos en la mujer aunque no haya realizado un trabajo remunerado.
Para la mayoría de las mujeres no supone un cambio tan brusco en las actividades como para el hombre. Se considera que la trayectoria de la mujer en el mundo laboral no ha sido tan lineal y continua como la de los hombres (al menos en las generaciones pasadas).
La percepción de la jubilación depende de la importancia o la manera en la que vive su trabajo. Castaño y Martínez Benlloch (1990)* indican tres situaciones en las que se puede encontrar la mujer trabajadora:
La mujer es la cabeza de familia o bien su trabajo influye en la economía familiar. Esta situación la vive con angustia, dado que se reducen los ingresos familiares (INE : el sueldo medio de las mujeres en España durante 1998 equivalía al 76.5% del de los hombres).
Cuando el sueldo de la mujer es para colaborar en la economía familiar, pero es la responsable también de las tareas de la casa, la jubilación se puede considerar como un alivio de la carga
Cuando el trabajo que realiza le satisface, las pérdidas que supone la jubilación son similares a las del hombre (reducción de las relaciones sociales, prestigio social, independencia, etc.).
*Malla, R. (2001). Mujer, jubilación y ocio. Revista Multidisciplinar de  Gerontología, 11 (4), pp. 186-188

¿Le afecta a la mujer la jubilación de su pareja?
Son muchos los factores que influirán en el ajuste de la pareja ante el nuevo cambio en el rol del jubilado. Es preciso tener en cuenta que cada uno de los miembros de la pareja tiene su propio espacio y autonomía personal, así como su manera de disfrutar del tiempo libre. En el momento en que el compañero se jubila, el espacio del que disfrutaba la mujer se puede percibir como “invadido”, por lo que ambos deben prepararse y adaptarse a esta nueva situación.

¿Qué imagen tiene la sociedad actual de la jubilación?
o    Forteza (1990) realiza un detallado análisis de los principales hechos o problemas que pueden ser conflictivos para la sociedad en relación a la jubilación:
o    El aumento de la población mayor y el envejecimiento de la población activa es una de las mayores preocupaciones políticas.
o    Existe conflicto entre los intereses de los jubilados y los de la población activa, por los gastos en las pensiones, Seguridad Social, etc.
o    Son muchas las personas mayores que son jubilados en contra de su voluntad, aun contando con un buen estado de salud física y mental.
o    La jubilación puede tener en algunas personas efectos negativos como problemas de ajuste personal, de integración y de pérdida del sentido de la identidad.
o    En la sociedad actual imperan los valores asociados a la juventud, devaluando los aspectos positivos de la vejez.
o    Aún son muchos los estereotipos negativos y prejuicios asociados a la vejez
o    El distanciamiento entre jubilados y no jubilados hace que las relaciones, entre ambos sectores de la población, a veces sean tensas.
o    Uno de los estereotipos de la jubilación es considerarla como un periodo pasivo, y la antesala de la muerte.
Sin embargo, esta lista de visiones negativas relacionadas con la jubilación, como señala Forteza (1990) están más generalizadas en países desarrollados, mientras que en otras sociedades más tradicionales se mantiene el estatus más elevado de las personas mayores.
Forteza, J.A. (1990). La preparación para el retiro. Anales de psicología, 6(2), pp. 101-114

¿Qué son los Programas de Preparación a la Jubilación (PPJ)?
Los programas de Preparación a la Jubilación proporcionan habilidades a los trabajadores que van a jubilarse para adaptarse al momento de la jubilación de una manera positiva, proveyéndoles de nuevas capacidades y estrategias, y reduciendo o eliminando los estereotipos negativos asociados a la jubilación y a la vejez.
Esta formación específica puede aportarle al futuro jubilado los recursos necesarios para aceptar la jubilación como una etapa llena de posibilidades y oportunidades, alejado de la concepción tradicional de jubilación como última etapa de la vida asociada con la vejez y la enfermedad.

¿Cuáles son los objetivos de los Programas de Preparación a la Jubilación?
Lourdes Bermejo (2006), señala los siguientes objetivos que debe tener un adecuado Programa de Preparación a la Jubilación (PPJ):
o    Preparar a los trabajadores para que disfruten del máximo nivel de bienestar individual y social en la nueva etapa vital que es la jubilación.
o    Transmitir información y favorecer el desarrollo de competencias para el afrontamiento de la jubilación y para la planificación de la nueva etapa vital.
o    Tomar conciencia de los cambios que se van a producir, las oportunidades que se abren y los ajustes de actitud que se requieren.
o    Mejorar la visión sobre los estereotipos deterministas de los conceptos de jubilación y vejez y reemplazarlos por una visión más realista y positiva de esta etapa vital.
o    Favorecer que puedan planificar su futuro tras la jubilación.
o    Favorecer la adquisición de habilidades de afrontamiento psicológico a la jubilación.
o    Desarrollar habilidades sociales para establecer y mantener sistemas de apoyo social y relaciones socio-familiares.
o    Estimular y abrir vías para el uso del tiempo libre
o    Facilitar la participación en nuevas formas de utilidad social y comunitaria.
o    Potenciar estilos de vida sanos para el mantenimiento de la salud física y mental.
o    Informar sobre aspectos económicos y jurídicos específicos de la nueva situación, sobre temas relacionados con la vivienda, así como los recursos y servicios socio-sanitarios disponibles en el entorno.
o    Aplicar estrategias adecuadas para facilitar el cambio de actitudes.
* Giró Miranda (2006): Envejecimiento activo. Envejecimiento en positivo. Universidad de la Rioja

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